viernes, 12 de diciembre de 2014

Gabo.

“....Como un viejo matrimonio condenado a la rutina. Creían ser felices, y tal vez lo eran, hasta que uno de los dos decía una palabra de más, o daba un paso de menos, y la noche se pudría en un pleito de vándalos que desmoralizaba a los mastines. Todo volvía entonces al principio, y Dulce Olivia desaparecía de la casa por largo tiempo.”



7 comentarios:

  1. La rutina, el tiempo, el desamor!
    Cuando amas realmente a alguien -creo yo- amas su esencia más profunda y esas características son tan propias, que aunque odies esas manías en otras personas, terminas amándolas solo porque pertenecen a él (o ella)

    Saludos!

    ResponderEliminar
  2. Lo encuentro de un realismo escalofriante y para ese mal,hay un remedio: no faltarle nunca el respeto al otro ni siquiera con el pensdamiento porque de las ideas siempre se pasa a los hechos y a partir de ahí, caemos en que estamos en posesión de la verdad, después llega que no queremos dar nuestro brazo a torcer...y finalmente perdemos el timón.

    Muy interesante tema y con gran claridad expuesto con una gran economía de certeras palabras. Un abrazo. Franziska

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, tus palabras son muy ciertas. Nunca deberíamos faltarnos el respeto.

      Eliminar
  3. Gabo , grande me encanto esta entrada la rutina descrita por gabo tiene su encanto , mejor imposible felicitaciones por esta entrada genial un abrazo y espero que tengas un año maravilloso

    ResponderEliminar